hace tanto que no escribo ni publico nada en el blog, que ya ni me acordaba como se accede y no es una exageración de las mias. me ha costado unos segundos larguísimos, casi minutos, una infusión, y tres tacos acordarme de que la contraseña es la misma que la del correo electrónico. la lluvia que todo lo borra.
pues me ha apetecido escribir porque, aunque yo siempre he sido una defensora-super-defensora de que el primer superpoder que teníamos que inventar era el teletransporte, pues ya no... y es que hace algún tiempo que lo me apetece de verdad sería poder volar. porque lo que tiene que molar de volar, es volar de verdad, como
supermán (que no como supercoco). que viajar en avión mola, sobre todo
si es porque te vas de vacaciones a algún sitio chulo. pero poder volar tiene
que molar mucho más.
me imagino corriendo para coger carrerilla y hala!!! a voooolar...yupiiiii. volando lento, y verlo todo y saberlo todo desde arriba.
aunque en galicia no sé si se podrá, por eso de la lluvia que no para ni un minuto. me imagino volando con un chubasquero amarillo como si el capitán pescanova se hubiese dado a la fuga, ya harto de aparecer en todas las cajas de centros de merluza en los supermercados de medio mundo. asi vestida, seguro que me disparan los de seprona. tendré que pensar en un atuendo más discreto pero que sirva para la lluvia. porque lo tengo claro es que paso de ir con paraguas y parecer mary poppins. que mujer más cursi. no he dicho que no sea maja, he dicho que cursi, aunque se haya inventado la palabra más larga del mundo y hecho cosas muy bonitas por esa familia.
total, que buscando fotos en internet para hacer un trabajillo autoimpuesto, me he encontrado las fotos de un tío que se dedica a hacer fotos desde el aire y su fotos son una pasada. se llama Yann Arthus-Bertrand y es francés. vecinos franceses: tienen ustedes los mejores quesos del mundo, el mejor cine, buenos vinos y a Yann. Yann, tu curro si que mola :
pues eso, que volar tiene que molar...
a lo mejor influye que ahora voy a comer todos los días a mesa puesta, y ya no soy usuaria del metro, y por eso no tengo tanta necesidad de teletransportarme, pero si más de volar.
si.si.si.
volar, tiene que molar.